Estabas lista para caminar hasta el altar. Estabas radiante. Ibas del brazo de tu padre. La sonrisa que se dibujaba en tu rostro no era terrenal. Él te esperaba ansioso, estaba listo para desposarte y pasar el resto de su vida a tu lado. Mas no tomaron a alguien en cuenta: a mi. Antes ibas hacer mi esposa, mas ahora lo serás para él. Yo te vi primero, nos amamos primero y me dejaste de amar. Cuando le viste por primera vez en el parque conmigo, te enamoraste inmediatamente de él. Se suponía que era mi mejor amigo. Pero tu corazón quedo impregnado en él. Camine y camine por la casa tratando de buscar la mejor manera de acabar con esto, mas no la encontré y actué sin pensar. Me dirigí a la iglesia, tenía en mis manos el arma. Te veías cual ángel , mas ahora estabas por ser uno de ellos. La rabia me y la ira se apoderaron de mi. Me transformaron en mi propio enemigo. No tenía control sobre ellos. Camino a tu felicidad, de tu vestido broto una catarata roja, cayó por sus piernas y se empozo en el suelo saciando su sed. Te derrumbaste cual ejercito enemigo. Quedaste bañada de mi ira. Todos explotaron en un llanto, gritos, socorros, más no había nada mas que hacer. Estaba seguro que me atormentarías hasta el día de mi muerte, mas no me importo. Termine con lo que me pertenecía y no a él. Te derribe... Los derribe.
Escrito por: Marilú Chavarría A.