¿Por qué nunca me dijiste que me amabas? ¿Acaso yo no lo hice contigo? Ahora estoy delante de ti sin nada decir, sin poder pensar en algo. Siento esta escarcha posada sobre mis mejillas. Te amo, te amé, te amaré. Llenaste mis días de alegría, ¿yo llené los tuyos?, no lo sabré. Dime que haré, ¿cómo sabré lo que sentías por mí? Te amé desde que llegaste a nuestras vidas, mas ahora estoy delante de ti, con mi mejor traje y mis pies sobre este manto blanco. Mi alma se ha congelado; mis palabras han cesado; mi corazón despedazado. Esta será la última vez que te veré. Ya te extraño. Eres mi orgullo, mi alegría. …Serás mi ángel. Estas ahí cual tesoro guardado y te ocultaremos para no descubrirte jamás. Acaricio tu rostro, beso tu frente, y me despido para siempre
Escrito por: Marilú Chavarría A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario