sábado, 5 de julio de 2008

Espanto.

Las cálidas ondas bajo mi cuello y las luces aromáticas reflejadas en la espuma ante mi nariz conciben suspiros en medio de sonrisas. Mi cuerpo esta quedo ante tal tranquilidad y mis dedos, arrugados por las nubes multicolores. Esta es la corona de un día infinito. Ella estaba frente a mis narices. Mis ojos querían salir corriendo de mi rostro, mi corazón acelero hasta chocar contra una pared. Mis manos y pies temblaban desaforadamente. Por un momento perdí el habla, aunque de nada servía clamar por ayuda, ya que me encontraba sola. Colgada de ese finísimo hilo de diamante, fue bajando más, la eludía pero aún asi parecía querer alcansarme. En sus bolas de cristal vi mi reflejo. Sus presas de acero y sus fauses anhelaban con ancias mi carne y sentir el su garganta el gorgotear de mi sangre aun cálida. Su cuerpo era enorme más que su cabeza. Su aguijón me amenazaba. La oí, más no escuché su voz. Por sus mandíbulas se podía ver correr una catarata de voracidad. temía que la Parca terminará de hilar. De pronto, mis dedos temblorosos empezaron a golpear la cuerda y esa arañita se fue alejando. Creo que se sintió amenazada mas no me importó. Me doy cuenta de que puede volver, pues aún está ante mí.

Escrito por: Marilú Chavarría A.

jueves, 29 de mayo de 2008

Viuda Negra


A pesar de ser mas pequeño que tú es dominante. Desde esa pequeña flor se logran ver. Eres una Viuda Negra. Eres tan hermosa, ninguna otra araña se iguala a ti. Todos te temen, sin embargo, arriesgan sus vidas por placer. Te cortejan hasta que caes en su poder. Mas no eres del todo confiable, ya que así es tu naturaleza. Estas en tu telaraña, llamas a tu macho con algún tipo de cortejo. Se acerca a ti, te huele, y te hace suya. Lo abrazas con tus ocho y peludas patas. En tus ojos se puede ver el placer, al igual que en los ojos de él. Te sostiene con fuerza y te devora en pasión. Una vez terminado el acto, queda tendido en tu telaraña, que con mucho esmero y empeño construiste para este momento tan inolvidable para él. Lo atrapas, lo hueles, caminas a su alrededor, dejas rodar casa una de tus patas por su cuerpo tembloroso. Y entonces: lo comienzas a desborrar. Tus colmillos imploran su sangre, su carne. Sus patas deslizan suavemente por tu garganta. Por tu mandíbula corre gotas de placer, de necesidad. Devoraste cada parte sin olvidar nada. Tu tela fue testigo de este acto. Al terminar te dijiste: " algunas serán hembras, pero otros serán machos".

Escrito por: Marilú Chavarría A.

jueves, 15 de mayo de 2008

La novia.

Estabas lista para caminar hasta el altar. Estabas radiante. Ibas del brazo de tu padre. La sonrisa que se dibujaba en tu rostro no era terrenal. Él te esperaba ansioso, estaba listo para desposarte y pasar el resto de su vida a tu lado. Mas no tomaron a alguien en cuenta: a mi. Antes ibas hacer mi esposa, mas ahora lo serás para él. Yo te vi primero, nos amamos primero y me dejaste de amar. Cuando le viste por primera vez en el parque conmigo, te enamoraste inmediatamente de él. Se suponía que era mi mejor amigo. Pero tu corazón quedo impregnado en él. Camine y camine por la casa tratando de buscar la mejor manera de acabar con esto, mas no la encontré y actué sin pensar. Me dirigí a la iglesia, tenía en mis manos el arma. Te veías cual ángel , mas ahora estabas por ser uno de ellos. La rabia me y la ira se apoderaron de mi. Me transformaron en mi propio enemigo. No tenía control sobre ellos. Camino a tu felicidad, de tu vestido broto una catarata roja, cayó por sus piernas y se empozo en el suelo saciando su sed. Te derrumbaste cual ejercito enemigo. Quedaste bañada de mi ira. Todos explotaron en un llanto, gritos, socorros, más no había nada mas que hacer. Estaba seguro que me atormentarías hasta el día de mi muerte, mas no me importo. Termine con lo que me pertenecía y no a él. Te derribe... Los derribe.

Escrito por: Marilú Chavarría A.

martes, 29 de abril de 2008

Sannomiya-no-kei

I
Ante un pendiente ventosa, Naota buscaba su muerte. Nunca ha sabido lo que es la felicidad. Su depresión lo estaba matando interiormente y muy pronto físicamente. Mientras contemplaba su lugar de muerte comenzó a decir muchas cosas: - Deja de reírte. Crees que me conocer mas no es así. Ni tú ni nadie me detendrá. Ya no puedo seguir con esto. ¡Basta! ¡Callate! Si sigues hablando saltaré rápido. - No pudo mas y explotó en un llanto inapagable. Sus lágrimas no dejaban de brotar hasta llenar su alma en un lago de desesperación. Su desesperación era tan incontrolable que ni el mas angelical toque lo tranquilizaría. - ¿Tengo que hacerlo? -se dijo mientras por sus mejillas corrían cataratas de agua salada. No, no creo que sea necesario. Todo se solucionará, Naota, todo se solucionará.
II
Kunisaki, era el pequeño pueblo donde Naota y sus padres vivían. Se dedicaban al campo. Una tarde, él estaba tendido en su cama, y algo que no es común en él lo visitó esa tarde, por alguna extraña manera un pequeño silbido entro a su mente, y desempolvó esa pequeña habitación que tenía al olvido: sus recuerdos. Llego a su enmarañada memoria algo que le sucedió siendo niño y de lo cual es muy común en él. - ¡¿Crees que para esto me mato trabajando?! Para nos traigas malas notas. ¡Tienes que ser el mejor estudiante! ¿Entiendes? ¡El mejor! Si hago es porque te amo. -dijo su padre. Puso sus pequeñas manos en una mesa, y tomo una gran paleta de madera y comenzó a estrellarla en esas pequeñas manitas. Este fue su primer castigo, pero con el pasar de los años se hizo mas fácil, el dolor era menos. Por un momento el tiempo lo revolcó en sus suciedades y cuando se percato estaba mirando sus manos y contemplo las cicatrices, que ni el olvido mas remoto a hecho olvidar y sanar.

III

Una tarde al salir del colegio se dirigió a su lecho de muerte, para encontrarse con sus ancestros, aunque no de manera honorable como la de ellos. Su padre nunca lo dejo demostrar miedo y mucho menos debilidad. Parado ahí,sentía el viento golpear en su rostro. Y en un momento determinado, Naota estaba callando. Sin salida alguna. - He acabado con lo que nunca quise que
iniciará y de esa manera el suelo con sus brazos extendidos lo recibió y lo cobijó.
Escrito por: Marilú Chavarría A.

miércoles, 2 de abril de 2008

Lo sé.

rnUna vez juraste teñir el cielo con sangre, y lo hiciste. Tomaste en tus manos un juicio del cual no tenías parte. En tus ojos pude ver el deleite y en tu boca una sonrisa.

-Fue especial con ella -dijiste-. Lo disfruté.

No lo pude creer. Su cuello cayó entre tus manos. La pusiste contra la pared. La amordazaste. La despojaste de sus vestidos y caíste en un sueño de encantamiento. Conociste un aroma diferente en cada rincón de su cuerpo. Sus ojos te delataron su virginidad. La idea te excitó sobremanera. La ataste a tu cama. La tocaste dulcemente.

-Deja de quejarte -le dijiste.

Te saciaste con el leve palpitar de su loto. Tu copa rebosó tanto, que la penetraste. Tu lujuria terminó por devorar su aliento. Al terminar, la miraste, la acariciaste y pensaste: “Devolveré su inocencia”. Entonces, tomaste una aguja, finísimos hilos carmesíes, y restauraste con empeño su flor.

domingo, 30 de marzo de 2008

Soy yo.

¿Sientes como tu respiración se corta? Soy yo. ¿No puedes dormir por las noches, porque tus sueños te atormentan? También soy yo. - Pude escucharle carcajearse. Por donde iba o mirara, él estaba ahí. - ¿Crees que te dejaré tranquilo? Estas muy equivocado, ¿por qué hago esto? Sencillo:porque tú lo decidiste. Siempre alardeaste con tus amigos que no me temías. ¡Absurdo! ¿Quién no me teme? - No le temía, porque no pensé que esto me pasaría.
Todo empezó como un juego y ahora es mi pesadilla. Lo peor es que no esta solo, hay miles como él en todo el mundo. ¿Pero que podía hacer? "Vamos, es solamente un juego. No te hará daño. ¿Crees en estas cosas?" -me dijeron mis amigos. Antes no te tenía miedo, pero ahora sí. ¡Que pesadilla! ¿Cómo hago para quitarme a mi hermanito de encima mio?

Tal vez.(Kudai)

jueves, 27 de marzo de 2008

Chica plastica.

Un poco aquí otro acá y casi estoy lista. Pero Me detengo y observo detalladamente y me doy cuenta que... hace falta...un toque aquí, allá y definitivamente aquí también. Alguna revista es culpable de ello, un espejo también lo es. Un poco allá, otro acullá. Con el transcurrir del tiempo me doy cuentas que aún falta muchos retoques, así que recurro a lo mismo. ¡Es tarde para reconocer que soy adicta a la cirugía plástica!

Sin marcha atrás.


Llegaste en una noche como las que a mí me gustan: lluviosa, neblinosa y fría. Al verte sentí miedo.

-Es tu hora -dijiste-. Llegó el momento por el cual has esperado años. Hoy estaba sentado cuando te vi desde abajo. Ahora estás en tu baño, y tienes contigo un lápiz, una hoja y una pistola. A tus padres les dejaste ya una carta.

“No pienses que no te conozco. Te he observado: Una tarde cruzaste la calle y no miraste a los lados con la intención de ser atropellado. Él trata de detenerte, sé que pone en ti esperanzas para vivir, pero más grandes son tu dolor y tus rencores. Crees que quitándote la vida tu sufrimiento terminaría, pero tu tormento aumentará. Me perteneces y ya no hay marcha atrás, porque a mí me dejaste tu alma.



Escrito po: Marilú Chavarría A.

Tortura.


Te diré esto una sola vez, te haré que grites de dolor, te haré suplicar piedad. Te comeré las entrañas len-ta-men-te. Te tortuaré de la manera más cruel que existe. ¿Qué tenga piedad de ti? ¿tú la tuviste por mi? ¡No! así que no me digas que yo la tenga por ti. Te arrancaré las uñas; tanto la de las manos como la de los pies, haré una obra de arte en tu rostro. ¡Jajajaj! ¡Cómo me divertiré! No llores, no me digas nada; ya que nada me detendrá. De tu boca salen las palabras más sucias que se han escuchado, ¿y son para mi? ¿acaso crees que eso me importa? Tus palabras son sólo eso: palabras. Mira como la sangre corre por el lugar. Te estas muriendo lentamente. ¡No te imaginas como disfruto el torturarte! ¡Lo disfruto más que nada en la vida! Nunca nadie antes te había hecho esto, ¿verdad? Será algo que podrás olvidar y yo tampoco. No me importa condenarme por la eternidad; ya que siempre he sabido que es mi destino. ¡Te dije que me suplicarías piedad, ¿te acuerdas? ¿crees que esta dando resultado? Pues te equivocas. Te queda poco aliento de vida... Es extraño que este disfrutando todo esto, ¿verdad? ¿Qué si soy sádico? Pues no lo sé. Sólo sé que me da placer. Tu cuerpo no pudo más, ¿y ahora que haré con él? ...

Escrito por: Marilú Chavarría A.

lunes, 24 de marzo de 2008

Niña de diez años...


Karina vivía en un residencial lujoso. Tenía todo lo que una niña de su edad desearía. Sus padres eran profesionales: su madre, una doctora; su padre, un arquitecto y un ingeniero. Eran los mejores del mundo, ella era su adoración. Siempre fue muy feliz.

Tenía una amiga. Juntas cometían muchas travesuras, algunas de las cuales sus padres poco entendían.

-Contigo me divierto mucho -dijo Karina. Su amiguita sonrió extrañamente.

En su colegio, Karina fue una la más popular. Todos querían sentarse, andar, comer, jugar con ella. Sin embargo, esto le incomodaba, porque ella no sentía “especial”, sólo era una niña normal.

-Amanda -dijo a su amiga-, contigo me siento segura. ¿Quieres que juegue con mis padres? ¿De qué manera? ¡Pero así no quiero jugar con ellos! Sí, quiero que sigas siendo mi amiga. Lo haré…

Una noche, sus padres la metieron en la cama y le dieron un beso en su frente. A la mañana siguiente, en el periódico local se publicó en primera plana: Niña de diez años degüella a sus padres mientras duermen.

Putrefaxión!

Tus manos cansadas de limpiar la inmundicia que alguien dejo tirada.

Narciso.


Resurgiste cual
ángel eres.
Venerada por los
que te rodearon.
Al firmamento tantaneas.

El viento te
mece en su cuna
Perturbando tu
sombra embellecida.
Aroma embriagante.

jueves, 20 de marzo de 2008

Sin titulo aun.


Me arrastras, sumerges. Por mas que corra no puedo escapar de ti , ¡No puedo! Miro a lo lejos un viejo Sause, cansado de luchar por sobrevivir. Corro hacía él que esta plantado bajo ese manto café, que en días de verano es llevado con el viento; pero ahora se ve amenazado por ti. Sus alas que tienen infinito alguno me abrazan. . Mientras tanto llega a mi nariz nuevos aromas que antes no había persivido con tanta delicadeza, detenimiento como ahora. Te escucho a lo lejos mas no te logro ver. Me doy cuenta que eres tú quien hace crecer mis raíces de: ¿amargura? ¿odio? ¿olvido? ¡Las haces crecer! Te odio, te amo, te vuelvo a odiar y otra vez. De algo estoy muy segura: Me cuesta creer en esta absurda, enemiga, refrescante lluvia que me alcanza.

Escrito por: Marilú Chavarría A.

Lo que hizo.


Cuando le pudo tomar, sus ojos brillaron con una expresión de haber descubierto algo desconocido. Pasó dedo por dedo en su cuello. Su víctima trató de huir, tembló, mas le detuvo. Nuevas sensaciones llegaron a ella y despertaron sus sentidos, entusiasmada por probar cosas nuevas. Deslizó sus manos por aquella piel tan suave y esponjosa. Su corazón se aceleraba. Le puso en una mesa. Luego, llegó a su memoria una canción: Por más que corras te alcanzaré, por más que te escondas te encontraré.

- Deja de mirarme de esa manera -dijo-. Nada te salvará. Para ti no existe salvación ni condenación, así que no te preocupes, que la única juzgada seré yo. No notarán tu ausencia. Eres muy frágil, mas no me engañarás. Observa lo que tengo en mi mano, mira cómo brilla, como la victoria de un pueblo. Con esto robaré tu último vaho.

Degolló su cuello, el cual parecía un volcán en erupción. Le preparó de la manera que había deseado. Se sentó en esa pequeña mesa y le degustó, saboreando cínicamente cada bocado ensangrentado. Al terminar, observó algo y se dijo: “Caperucita, has teñido tu vestido, pero, ¿serás hallada culpable por matar a un indefenso conejito?”.

lunes, 3 de marzo de 2008

Vampiresa Enamorada.


No sé como paso
pero paso.
No sé como llegó
pero llegó.

Quiera tenerte
a mi lado y con
mis dedos recorrer:
tus montañas, valles y llanuras.

Tenerte cerca mió y
beber del dulce agua
que brota de tus
amargos labios.
Quisiera recorrerte con mis besos,
desde la cabeza hasta la punta de tus pies.

Quisiera sumergirme
en el mar de tu mirada.
Quisiera hacerte mió
bajo la luz de la luna llena.

Entraré por tu ventana
y como una vampiresa enamorada
te morderé y poco a poco
beberé de la pasión que hay e ti.

Le diré a la luna llena que te hechice
y que estés por siempre enamorado
de mi.

Te haré mi prisionero
y no te dejaré ir de mi lado.

Te haré mi esclavo
y me saciaré de ti
y tú de mi.

Nos envolveremos entre
las sabanas de seda, mientras
la luna llena me transforma
en una: Vampiresa hambrienta
de pasión y de....

En tus sueños estaré y
no podré salir, te hechizaré
y te enamoraré de mi.

Y el único recuerdo
que tendrás de mi será: Una rosa Negra.



Escrito por: Marilú Chavarría A.





sábado, 1 de marzo de 2008

viernes, 29 de febrero de 2008

El más acá.

¿Por qué nunca me dijiste que me amabas? ¿Acaso yo no lo hice contigo? Ahora estoy delante de ti sin nada decir, sin poder pensar en algo. Siento esta escarcha posada sobre mis mejillas. Te amo, te amé, te amaré. Llenaste mis días de alegría, ¿yo llené los tuyos?, no lo sabré. Dime que haré, ¿cómo sabré lo que sentías por mí? Te amé desde que llegaste a nuestras vidas, mas ahora estoy delante de ti, con mi mejor traje y mis pies sobre este manto blanco. Mi alma se ha congelado; mis palabras han cesado; mi corazón despedazado. Esta será la última vez que te veré. Ya te extraño. Eres mi orgullo, mi alegría. …Serás mi ángel. Estas ahí cual tesoro guardado y te ocultaremos para no descubrirte jamás. Acaricio tu rostro, beso tu frente, y me despido para siempre

Escrito por: Marilú Chavarría A.

jueves, 28 de febrero de 2008

La guillotina.




Daniel tenía la cabeza en la guillotina. Sintió el sudor correr por su frente. Mientras tanto recordó el tiempo que su madre lleva en el manicomio. Estaba en el anticuario, herencia de su padre. A pesar de todo sentía miedo, pero era algo que tenía que hacer para estar en paz; ya que los recuerdos le atormentaban. Por donde sus ojos miraran venían recordaciones a su mente; memorias que no le gustaban. Él, aún tan joven, lo único que deseaba era terminar con su vida. Desde mucho tiempo atrás, lo estuvo planeando. Pensó en muchas formas, pero miró la guillotina colgada de la pared.

-¿Porqué no ayudé a mi novia cuando vi que mi padre la violó hasta matarla?

Su mundo era obscuro y aún más sus pensamientos... Pero en todo eso había una razón por la cual vivir y quería luchar por ella. Sin embargo, no se percató que la puerta del anticuario estaba abierta, un cliente entró. La cuerda se rompió y su cabeza rodó.